Cuando los gais estamos aún en el armario es fácil pensar que el final de nuestro sufrimiento llegará cuando hayamos salido de él. Creemos que no tardaremos en encontrar el amor y entonces todo será felicidad y dicha. Pero nada más lejos de la realidad. La homofobia que hemos sufrido durante la infancia y adolescencia deja secuelas que no se solucionan por el mero hecho de salir del armario.
Es más, puede ocurrir que sea entonces, al tratar de vivir nuestra orientación sexual (y en definitiva nuestra vida) de manera libre, cuando esas secuelas se hagan evidentes como parte de nuestra realidad.
Estas secuelas nos pueden afectar en diferentes áreas, incluida también la sentimental. Así que en este post quiero hablarte de 7 secuelas de la homofobia que pueden estar impidiendo que disfrutes plenamente del amor y de las relaciones de pareja.
1. Baja autoestima
Recibir durante años mensajes sobre lo negativo que es ser gay acaba teniendo una consecuencia evidente: tener una baja autoestima. Es difícil no tener sentimiento de inferioridad o no quererse a uno mismo cuando se es víctima una y otra vez de agresiones verbales y físicas por el mero hecho de ser.
Esta baja autoestima hace que no te consideres lo suficientemente bueno como para que alguien se fije en ti y mucho menos para que se enamore y te elija como pareja. En definitiva, no te consideras merecedor de amor.
Además, en una relación de pareja, la baja autoestima se traduce en una enorme inseguridad. Así, quien la padece necesita confirmar con bastante asiduidad cuáles son los sentimientos de su compañero, se deja arrastrar por los celos o incluso mantiene una relación dependiente y tóxica porque cree que si se queda soltero no va a ser capaz de tener otra pareja.
2. Homofobia interiorizada
Según lo define Grabriel J. Martín en Quiérete mucho maricón, la homofobia interiorizada es la interiorización, en un homosexual, de la violencia simbólica contra los homosexuales. Es decir, se trata del rechazo hacia la homosexualidad y todo lo que conlleva por parte de los propios gais.
Como parte de la homofobia interiorizada, puedes tener prejuicios que afecten directamente a las relaciones de pareja. ¿Cómo puedes mantener una relación sentimental con otro gay si tienes ideas negativas hacia los gais? Difícil, ¿verdad?
Algunos de estos prejuicios giran en torno a que todos los gais son promiscuos, que no son capaces de comprometerse o que solo les interesa el sexo. Pero si encima el chico que te gusta o al que le gustas tiene pluma, apaga y vámonos. Vas a salir huyendo a más velocidad que el Correcaminos. Porque sí, la plumofobia también forma parte de la homofobia interiorizada.
3. Ansiedad
Otra secuela habitual de haber sufrido homofobia es el Trastorno de Estrés Postraumático, que a su vez provoca altos grados de ansiedad. Este estado mental de enorme miedo, angustia, gran inquietud e inseguridad puede verse potenciado cuando intentamos mantener una relación de pareja.
De este modo, nos volvemos más controladores, celosos, chantajistas, invasivos y un larguísimo etcétera. Además de otros aspectos relacionados con los puntos siguientes.
4. Deformación en la forma de pensar
Cabe destacar que otra consecuencia de la homofobia es desarrollar una grave deformación en la forma en la que pensamos, como por ejemplo dando una mayor importancia tanto a lo bueno como a lo malo.
¿Cómo afecta esto a la hora de encontrar y mantener una pareja? Por ejemplo, en que habrá veces que magnificaremos sus cosas positivas y nos parecerá un hombre maravilloso, mientras que en otras ocasiones haremos una montaña de sus aspectos negativos y nos parecerá el peor hombre del mundo. Seguramente la realidad es que no sea ni una cosa ni otra, sino un hombre normal con sus virtudes y sus defectos como casi cualquiera.
5. Sexo compulsivo
Llegados a este apartado, quiero que destierres por completo una idea que es probable que tengas y que es resultado de la homofobia interiorizada. Toma nota porque solo la voy a escribir una vez: los gais no somos unos viciosos. Repítela todo lo que sea necesario hasta que la asimiles bien.
¿Y por qué digo esto? Porque una de las formas de calmar la ansiedad y, por tanto, de tratar de relajarse es mediante el sexo compulsivo, anónimo y esporádico. Una actividad que, a su vez, puede provocar más ansiedad.
El caso es que a medida que dedicas más tiempo al sexo compulsivo, menos tiempo dedicas a conocer a hombres que puedan ser candidatos a pareja, a lo que hay que añadir que resulta más difícil comprometerse con alguien.
6. Vulnerabilidad a las drogas
También relacionado con el Trastorno de Estrés Postraumático, nos encontramos con que los gais tenemos una mayor vulnerabilidad a las drogas, como forma de anestesiar el dolor que sentimos, así como una mayor dificultad para dejarlas.
Pero eso no es todo, ya que además hay que tener en cuenta la cada vez mayor popularización de las chemsex, conocidas habitualmente como sesiones, que no son más que orgías donde se vincula el sexo con el consumo de drogas, como GHB, mefedrona, poppers y viagra.
Estas sesiones, que sirven en muchos casos para evadirse de la soledad y el sufrimiento, pueden llegar a durar fines de semana enteros y asociarse, dado el alto grado de deshinibición, con prácticas sexuales de riesgo.
Lo que está claro es que si dedicas prácticamente todo tu tiempo de ocio a participar en chemsex, lo de encontrar alguien que pueda ser tu novio se dificulta enormemente.
7. Nosofobia
Otra secuela de haber sido víctima de acoso homofóbico es la nosofobia. Se trata del miedo irracional a contraer una infección de transmisión sexual (ITS), provocando obsesiones y una grandísima intranquilidad cada vez que se mantienen relaciones sexuales, viéndose obligado quien lo padece a buscar información o hacerse análisis de manera compulsiva.
https://www.youtube.com/watch?v=KGLHkOq4-vg
Como podrás imaginar, mantener una relación de pareja cuando se tiene nosofobia es bastante complicado, ya que mantener relaciones sexuales se convierte en algo bastante desagradable.
Y hasta aquí las 7 secuelas. Evidentemente, por el hecho de que hayas sido víctima de homofobia no tienes porqué padecer todas estas consecuencias. Puede ocurrir que presentes una o algunas de ellas, o puede que ninguna. Habría que ver tu caso concreto.
Lo importante es que adquieras conciencia de que si tus relaciones de pareja no funcionan puede haber detrás alguno de estos motivos. La buena noticia es que se pueden trabajar y llegar a superarse para vivir el amor de forma plena y saludable.
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