Es curioso que una palabra tan breve, con apenas dos letras, sea una de las que más nos cuesta decir. Me estoy refiriendo, por supuesto, a la palabra “no” que, aunque a mucha gente no le guste, debe formar parte de nuestro vocabulario. No te pierdas este post si quieres aprender a utilizarla.
¿Por qué es importante que la palabra “no” esté en nuestro vocabulario? Muy sencillo, porque nos ayuda a poner límites, a hacer que nos respeten los demás y, por supuesto a respetarnos a nosotros mismos. ¿O acaso crees que es posible respetarte si eres incapaz de anteponer tus propios deseos y necesidades a los de los demás?
Tal vez no lo recuerdes, pero estoy seguro de que hubo un momento en tu vida en el que no tenías problema alguno en decir que no a aquello que no te gustaba o que no querías hacer. Te sentías totalmente libre para hacerte valer y marcar los límites. Párate a pensar entonces por qué ahora te cuesta tanto decir no. O más bien, el lugar de por qué, pregúntate para qué evitas decir no.
¿Tienes miedo a perder el cariño o aprecio de los demás? ¿Temes que se molesten contigo y dejen de verte como una persona maravillosa? ¿Te asusta decepcionar a otros o que piensen que eres un egoísta? Sea como fuere, lo que debes tener claro es que estás priorizando a los demás antes que a ti y que te estás obligando a hacer cosas que ni quieres, ni te apetecen, ni te benefician, ni te hacen feliz.
Ser víctima de manipulaciones
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Algo que ocurre habitualmente es que las personas que no saben decir no terminan convirtiéndose en auténticas víctimas que atraen a todo tipo de manipuladores. Evidentemente, una personas que busca aprovecharse de los demás no va a relacionarse con gente empoderada capaz de definir los límites. Prefieren arrimarse a aquellos que siempre pasan por el aro porque de este modo van a poder sacar tajada.
Así que decir no ayuda a romper ese círculo de manipulación y a salir del papel de víctima. Para ello, es importante aplicar la rabia de una forma saludable, ya que esta emoción es la que nos ayuda a pasar a la acción. Ojo, aplicar la rabia no implica montar un escándalo terrible. Se puede utilizar con toda la asertividad y educación del mundo, pero siendo firme.
Hay quien percibe que decir no y priorizar las propias necesidades es ser un egoísta. Gran error. Aprende en este mismo momento que tienes todo el derecho a decir no siempre que así lo consideres. Tu vida es tuya y tú eliges a qué das prioridad, por mucho que el resto no lo entienda.
Consejos para aprender a decir no
A continuación te voy a dar algunos consejos para que puedas ir aprendiendo a decir que no. Consejos que deberás ir poniendo en práctica a diario de forma consciente hasta que los asimiles y te salgan de forma natural. Eso sí, es muy probable que nunca dejes de sentir cierta incomodidad al hacerlo. Así que asúmelo ya, convive con ese malestar cuando surja, pero que no te impida decir no cuando realmente lo sientas.
Allá van los consejos:
- Encuentra el equilibrio: esto no va de decir no a todo, como tampoco va de decir sí a todo. Tendrás que valorar en cada situación concreta qué ganas y qué pierdes en caso de decir que no a algo. Una vez tomes la decisión de forma consciente, ve hacia delante.
- Utiliza “no va a ser posible”: si de primeras no te sale decir no o te resulta demasiado brusco, utiliza expresiones algo más diplomáticas como “no va ser posible” o “en esta ocasión no va a poder ser”. Te servirá para ir entrenando.
- No des demasiadas explicaciones y, sobre todo, no mientas: enredarte en explicaciones interminables o poner excusas que no son ciertas solo servirá para meterte en jardines y que tu interlocutor trate de darte alternativas. Cuanto más breve, firme y razonable seas, mejor, siempre desde la asertividad.
- Asume las consecuencias: evidentemente, que digas que no a alguien puede traer consecuencias. En este caso te toca asumirlas y ya, sin machacarte. Apechuga y gestiona lo que venga.
- Gestiona la culpa y todos los sentimientos negativos que te puedan surgir a raíz de decir no.
Con esta pautas, te resultará mucho más fácil decir no. Ahora solo te toca entrenar hasta que acabes dominando la técnica.
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