Hace justo un mes que Almudena Grandes escribía este artículo en El País. Un artículo en el que, bajo la premisa “No se dejen engañar. No caigan en la trampa de lo que parece igual pero es distinto“, defendía la literatura en contraposición de esos libros escritos por personajes mediáticos que nos intentan colar como letras de calidad.
Evidentemente, este artículo levantó ampollas. Las MercedesMilás, MaríaTeresasCampos y JorgeJavieresVázquez alzaron su puño desde TeleCirco pidiendo que la Grandes se retractara. No he leído ninguno de los libros publicados por estas personas, por lo que no voy a entrar en valorar la calidad de sus escritos. Pero lo que está claro es que todos los libros no son literatura.
Sí, amigos, la literatura basura también existe. Eso sí, que sea escrita por famosos no es una característica imprescindible. Como lector, tengo claro que no todo me sirve, que no todo me gusta y que quiero cierta calidad. Y, por encima de todo, que no voy a perder el tiempo en textos de aquellos que no han dedicado el suyo en ofrecer un producto digno.
Hay quien, en lugar de escribir novelas, las caga, y yo, por respeto a los autores que se lo curran de verdad, que miden hasta las comas, que se molestan en formarse y que se dejan las yemas de los dedos en el teclado, me niego a gastar ni un segundo de mi vida en leer mierdas.
Amigos, si deciden leer libros que no sean literatura, quédense con los de Karlos Arguiñano. Al menos a esos sí que les sacaran un provecho que merezca la pena de verdad.
Lo malo es que muchas veces te das cuenta, cuando ya lo tienes en las manos…
Dos letras: A.A.
Lo siento, Javier, pero no estoy de acuerdo. Por supuesto, cada uno elige qué libro quiere leer, pero de ahí a calificar de basura a un libro, sin leerlo, por el mero hecho de haber sido escrito por un presentador de tv…
El libro de Jorge Javier Vázquez, por citar un ejemplo, no será una obra maestra de la literatura, pero tampoco creo que diste mucho de lo que se publica en el génerlo LGTB actualmente. Si su lectura masiva propicia que los lectores conozcan este tipo de literatura y se anime a seguir consumiéndola, mejor que mejor. Muy probablemente, si su libro lo escribo yo y lo mando a las editoriales, aún estaría esperando su respuesta, como de hecho lo estoy con el libro que escribí recientemente. Pero ésa es otra historia.
No me gusta nada la idea de concebir la literatura como algo exclusivo que sólo unos pocos son capaces de apreciar. Luego pasa lo que pasa. Las masas temen y huyen de los libros, considerándolos como algo fuera de su alcance. Las Milás y los Jorge Javier eliminan barreras, iniciando a más gente en la lectura y eso debe ser valorado, en lugar de criticado.
Hola, David:
A ver, en parte estoy de acuerdo contigo. De entrada, yo no he calificado los libros de esos personajes de literatura basura. Especifico en el texto que no los he leído y, por ello, no puedo hacerlo. Pero sí son ellos quiénes se dieron por aludidos con el artículo de Almudena Grandes y protestaron. Para ser honesto, del de Jorge Javier Vázquez leí el principio en la web de Telecinco y, lo cierto, es que no fui capaz de pasar de la segunda página. El tema de los famosos es complicado. La mayoría de ellos ni escriben sus propios libros. ¿Recuerdas el caso de Ana Rosa Quintana? Pues no es algo puntual. Hay editoriales potentes que con el objetivo de vender escriben libros para que famosos lo firmen. Pero esa es otra historia.
Estoy muy de acuerdo con que el libro de Jorge Javier puede tener la misma “escasa” calidad que muchas otras obras LGTB que se publican. Y también que muchos best-sellers. Pero que un libro se venda como churros no le convierte en un producto de calidad. En televisión la comparativa se ve mucho más fácil: comparar Salvados con Sálvame es casi un atentado. Los dos son programas de televisión, pero el primero es periodismo y el segundo es chacherío. Y ojo, que los dos pueden gustar, faltaría más, pero teniendo claro lo que es cada cosa. Con la literatura pasa lo mismo: podemos tener dos libros, pero no necesariamente ambos tienen por qué ser literatura.
Y por supuesto, nada de que la literatura sea algo exclusivo para una élite cultural. ¡NI MUCHÍSIMO MENOS! Hay muy buenas novelas clásicas y actuales cuya lectura es muy amena y que serían perfectas para los reticentes. No me parece que fomentar la lectura a través de basura sea la mejor forma, pero me temo que no corren buenos tiempos para la cultura en nuestro país. Esto es como si para evitar la desnutrición se fomentara el consumo de Burger King. Total, es comida, ¿no?
Muchas gracias por tu comentario y tu punto de vista. Estos debates siempre son bienvenidos. 🙂
Soy lectora asidua de Almudena Grandes y estoy de acuerdo con la idea de que escribir no está al alcance de cualquiera. Nunca perderia mi tiempo en leer a estos periodistas casposos, los cuales carecen de la mínima ética profesional, y, denigran con su quehacer diarió, lo hermoso que es construir una idea aderezada con las palabras exactas. No se puede captar lectores a cualquier precio. Creo que de donde no hay no se puede sacar. Un buen escritor es fiel reflejo de lo que es como persona. Un mediocre como persona, no puede ser un buen escritor
En parte estoy de acuerdo con David, está bien fomentar la lectura y despejar ese mito de que no todo el mundo puede leer un libro… Pero es una pena que esto lo busquen con libros que ni siquiera están bien escritos o que ni siquiera han escrito los firmantes.
No sé, Dan Brown me parece un autor de literatura de consumo rápido y me parece perfectísimo que sigan publicándole. Tiene su público y sus novelas funcionan para lo que están diseñadas, el equivalente del cine palomitero.
Pero sé que Almudena Grandes no se refería a escritores como él sino a famosillos de medio pelo. Que además, en general, son gente sin ambición literaria alguna. Entonces, ¿para qué escriben?
ole