Leo en ADN que las personas optimistas vivimos más (en un acto de atrevimiento, me incluyo en dicho grupo, por la cuenta que me trae). Lo dice Eduard Punset haciendo referencia a un estudio en el que unos ratones se reían a carcajadas antes de afrontar unos laberintos. Y al parecer, estos ratones graciosos vivían más que los tristones.
Yo no sabía que los ratones se podían reír y menos a carcajadas, pero si lo dice Punset, que es capaz de ligarse a unas chorbas para que le inviten a comer a casa y explicarles por qué el pan de molde no se pone duro para ponerlas cachondas, pues oye, habrá que creérselo.
Bueno, a lo que iba… ¡A reírse, coño! Que es lo que toca. Y sí, lo dice el que en su foto de cabecera está más serio que un guardia civil con estreñimiento…