“Piensa mal y acertarás“. Sin duda este es uno de los dichos más populares de nuestro país. Un dicho que nos manda el mensaje de que todo el mundo es malo, de que si todo saldrá mal y de que todo es negativo.
Pero la realidad es bien distinta. Pensando mal no acertamos. Lo único que conseguimos pensando mal es llevarnos un mal rato. O lo que es lo mismo: sufrir sin necesidad.
Cuando nos ocurre algo que no comprendemos, nuestra mente hace todo lo posible por encontrar explicaciones.
Y no las encuentra, directamente se las inventa.
Como, además, nuestra mente lo que busca es protegernos (y no hacernos felices), se va a ir a esa parte negativa para que nos mantengamos quietecitos y no hagamos nada.
Por ejemplo, si te cruzas con alguien que conoces y no te saluda, es muy probable que empieces a montarte toda una película negativa.
Que si esa persona es una estúpida, que si está enfadada contigo, que si tú no le has hecho para que no te salude… Y te metes en ese bucle de pensamientos hasta que te llenas de sufrimiento, hasta tal punto que la siguiente vez que ves a esa persona eres tú quien no la saludas.
¿Te suena?
¿Qué pasaría si simplemente pensarás que tal vez no te ha visto?
O mejor aún, ¿qué tal si directamente llamaras a esa persona para preguntarle?
Sobre todo esto y mucho más te hablo en este vídeo. No te lo pierdas.
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