Partamos del hecho de que Twitter me encanta y de que me parece una herramienta de comunicación de gran utilidad. Tal vez por eso, me da rabia cuando se convierte en un patio de colegio. En uno de esos en los que te da miedo caerte o hacer el ridículo, porque sabes que a la mínima te vas a convertir en el hazmerreír de miles de matones.
Se miden al milímetro los caracteres emitidos por personas populares y empresas, y en cuanto hay algo que se pueda recriminar, la mofa se extiende por la red social con hashtag incluido. Hoy ha ocurrido una vez más. Se trata del caso de Fujifilm y el #porfavornoinsistas que podéis leer aquí en el blog del propio protagonista, Mauro A. Fuentes.
Por supuesto que el community manager de Fujifilm ha metido la pata, pero tampoco es que haya cometido ningún crimen. Vale, ha tenido una respuesta fuera de lugar a un posible cliente de manera pública y, lo que es peor, por escrito. ¿Pero realmente es necesario todo el escándalo que se ha montado en la red social por este asunto?
A veces se nos olvida que detrás de una cuenta corporativa de Twitter hay una persona. Una persona que, como humana que es, no está libre de cometer errores. Honestamente, me planteo tener a miles de bocas riéndose de mí cada vez que tuviera un fallo en el trabajo (o en la vida) y creo que ni sería capaz de levantarme de la cama por las mañanas.
Jamás he olvidado la frase que, hace ya algunos años, me dijo el corrector de un periódico en el que trabajé y que, aun siendo bastante malsonante, me gustaría compartir aquí: “Hasta a la mejor puta se le escapa un pedo”. Eso sí, toca añadir que pobre de aquella a la que se le escape en Twitter, porque tendrá un hashtag antes de que pueda volver a la esquina…
Por alusiones.
Entiendo tu post, trabajo en comunicación online y ayudo a crear estrategias y gestión de cuentas de grandes clientes, y el error humano existe, el algo intrínseco a nosotros mismo. Que me tildes de matón, así lo entiendo por el título de post, de verdad no lo entiendo si nos ceñimos al significado común de la palabra. No creo haberle faltado el respeto a nadie, además preferí desarrollar el tema en mi blog de la manera más transparente posible.
A las personas que gestionan cuentas conmigo se les han escapado errores a veces, otras veces nos hemos equivocado de cuenta, yo mismo, pero nunca le hemos faltado el respeto a nadie.
Bienvenido el debate, faltaría mas
Como nota deciros que sigo en comunicación con la gente de Fuji, que me han pedido disculpas por el malentendido.
No, no, Mauro, para nada pretendía llamarte matón. Si así lo has interpretado, vayan mis disculpas por delante. Simplemente es un símil entre los típicos abusones (matones) del cole, que se meten con alguien y se ríen de él por algo, pero no me refería en concreto a ti. Precisamente creo que tu reacción es lógica y el post que escribiste al respecto totalmente razonable. Lo que me parece excesivo es todo el follón que se monta en torno al tema. Y me referí a este caso porque es el que me inspiró para el post, pero es igualmente válido para cuando David Bisbal habla de pirámides de Egipto o Alejandro Sanz confude a Marta del Castillo con Marta Domínguez. En definitiva, reacciones excesivas ante lo que simplemente es un error humano, de los que, por otra parte, no estamos exentos nadie. 🙂
Perdona entonces que te entendí mal yo… Cierto es que estamos a la que salta, por eso mismo es importante conocer bien el entorno y saber las consecuencias, si vas a usar un canal como Twitter es conveniente que al menos te informes.
Si alguien tiene miedo al escarnio publico que no este delante del publico.
Hombre, no creo que por el hecho de trabajar de cara al público, uno tenga que asumir el escarnio como parte de su profesión. Un cliente está en todo su derecho a quejarse, pero de ahí a que tenga el de burlarse, me parece que hay una diferencia abismal.
Quien se expone arriesga, pero creo que vivimos en el mundo del cotilleo, del insulto y de la mofa, visto lo visto en en los programas de cotilleos.