Ser gay no te hace diferente al resto de las personas, más allá del hecho de que cada individuo tiene sus características propias. Lo que sí te hace diferente son las situaciones de rechazo, acoso o incluso violencia a las que has tenido que enfrentarte a lo largo de tu vida.
En definitiva, se trata de homofobia que se ha instalado en tu interior provocándote un gran sufrimiento del que es difícil escapar sin ayuda. Tu autoestima se ha visto mermada y has perdido tu poder, llegando incluso a rechazar una parte de ti.
Todo está afectando directamente al modo en cómo vives tu soltería y en cómo tratas de iniciar y mantener una relación de pareja.