Esa es la definición de Coaching que propone ASESCO (Asociación Española de Coaching). Una definición, a la que la propia asociación añade aspectos como el desarrollo personal del cliente, el aumento de la conciencia y la responsabilidad sobre su propia vida, así como la construcción de auto confianza.
En definitiva, un coach ayuda a los clientes a conseguir sus objetivos, mediante sesiones en las que se analiza el punto de partida, el punto al que se quiere llegar y los obstáculos que impiden que el camino sea directo.
La mayoría de estas limitaciones se encuentran en nuestra propia mente, por lo que el coach se convierte en un auténtico entrenador o reprogramador del cerebro.
La Neurociencia ha confirmado recientemente que el cerebro es un órgano plástico que adapta su actividad y cambia su estructura a lo largo de la vida. De este modo, introduciendo en él pensamientos y hábitos de forma consciente creamos nuevas conexiones neuronales que nos acercan a nuestros objetivos y a esa realidad que deseamos vivir.