Hace unos días estuve de cena con mi amiga Yolanda y un montón de gente más. Y donde hay mucha gente suele haber una niña. Y donde suele haber una niña, suele haber una Barbie. Bueno, en este caso no era una Barbie, era una Bella (sin la Bestia), pero en formato Barbie.
El caso, es que la muñeca vino a parar a mis manos y a las de mi amiga Yolanda, y lo primero que hicimos instintivamente fue comprobar si tenía bragas. Vamos, como si a mí las bragas me interesaran algo… En esas estábamos cuando me vino a la mente la novela de Juana Márquez, ‘Desnudando a Barbie‘ (Gens Ediciones).
Por supuesto que no soy imparcial con esta lectura. Juana Márquez es escritora y matemática y quien presentó mi novela en Madrid. Y amiga. Una amiga forjada a través de lunes de lecturas y notitas ante el temor de ser degollados por una katana. Incomprensible, lo sé, pero cierto.
Si quieres empezar a desnudar a tu Barbie puedes hacerlo en este enlace, donde encontrarás el primer relato de la novela en PDF. Y luego ya conoces todo el proceso: vas a una librería (física u online) y la compras. O no. Eso ya, como tu veas. Pero igual si no lo haces, luego te arrepientes.
Por cierto, Bella no tenía bragas. Al menos no de algodón, ni tampoco blancas. Ahora las llevan como tatuadas con crucecitas pequeñas. Qué poca gracia, la verdad.